Una copa intelectual: Atrapada en vuestra hipocresía



Yo no puedo caminar, no puedo pisar, ni tampoco sentir el suelo sobre mis pies, desconozco si este es firme, rígido, árido, pantanoso...



Yo no puedo caminar, no puedo pisar, ni sentir el suelo sobre mis pies, desconozco si este es firme, rígido, árido, pantanoso... Nunca lo sabre, lo que si siento es el ir rodando hacia arriba o hacia abajo mientras el otro suda por mi.

lo que para ti es un peldaño de la escalera para mi es una barrera que gracias a los ascensores o con rampas me pretendéis engañar.  Porque me dices que yo puedo vivir, soñar, sentir, como los otros cuando ninguno de vosotros entiende mis limitaciones que no desaparecen con unas bonitas palabras neciamente repetidas hasta la saciedad.
Creéis que por empujarme, leerme, vestirme, os vais a ganar el cielo, cuando yo vivo un infierno, no necesito que me peguen, me insulten y se burlen de mi para sentir lo que soy. No voy a culpar a los que me tratan diferente cuando lo soy pero si he de quejarme de las frases como tu puedes hacerlo o todos somos iguales...
Parecidas son las personas sanas mas no son iguales aun naciendo todos sanos, ya que estas son libres de sus medicamentos diarios, de su ayudante permanente, del estado de las gafas y de lo que pueda comer sin enfermar ni vomitar...

Mas yo quisiera ser blanca para broncearme en la playa, sin que no me salgan  las ronchas en mi áspera piel. Donde llevaría a unas grandes gafapasta para ver el horizonte, así buscar mi hombre y poder ser madre.
Pero estoy limitada al 1,5 y a llevar el mismo peinado indefinible que ni puedo teñir,ni tampoco cortar mis cuatro cabellos.

Nadando en mi imaginación es donde yo puedo salir del infierno del que me han encadenado mis padres.
Nunca entenderé porque mi vida de sufrimiento y tormento, solo se que ellos dicen porque Dios así lo quiere pero con esto no pueden esconderme su elevado egoísmo materno.
Mi destino está limitado y ya no quiero ser el estorbo del otro, tanto de mis seres queridos y no tan queridos porque no necesito mas de vosotros que mi derecho a la muerte digna, mi eutanasia.

Y por último no traigas mas cuerpos del infierno para castigar los espíritus del cielo que necesitan buenos cuerpos para desarrollar su potencial como humanos

Por Eduardo Gato


Gracias al Partido Popular ahora tendré mas amigos con quienes compartir mi agonía




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